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martes, 7 de enero de 2014




Oferta de empleo


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Los interesados enviar hoja de vida al siguiente correo: xxxxxxxxxx
 
Deje su correo electrónico en comentarios o en el chat para recibir el contacto de envío.

sábado, 14 de diciembre de 2013

 
 
El empleo
 
 
 
 

El Empleo nos cuenta la historia de un hombre anónimo que realiza su viaje habitual al trabajo, inmerso en un mundo en el que la utilización de las personas como objetos es algo cotidiano. Con humor negro y una mirada crítica sobre el tema, se explora el lugar del ser humano en las sociedades modernas, en busca de una profunda reflexión de la público.
 
 
 
 
 
Tomado de:http://www.tiempoconsciente.com/el-empleo-el-mejor-corto-de-animacion-de-la-historia/
 
 
 

domingo, 8 de diciembre de 2013

 
Por: Tola y Maruja
 
  
La realidad de la salud colombiana.

 
- Oites Tola, muy galleta tu idea de que nos vamos pa Medellín a estudiar el bachillerato en la noturna.

- Pues claro... Matamos dos pájaros de un tiro: hacemos el bachiller y Uribe nos paga cien mil pesos mensuales como informantas.

- Matamos tres pájaros, porque el profesor que nos coja cargadilla lo sapiamos.

- Es que nos toca rebuscar la platica mi estimada Maruja porque ahora con los nuevos decretos del Plan Obligatorio de Salú, el famoso POS, los pobres quedamos como Pirulo.


- Contame bien Tola cómo es la cosa.

- Ay, mijita... Téngase fino porque ya los enfermos vamos a tener que pagar lo
que no incluya el POS, o sea todo lo distinto de Loratadina... Yo por lo menos
ya me dispierto por la mañana, le doy gracias a Dios por tenerme aliviada y le
rezo: Señor, si por pecadora me vas a mandar cualesquier enfermedá, que por
favor esté incluida en el POS.

- Ay, Tola... ¿Qué vamos a hacer? ¿Y qué pasa si uno necesita una cirugía y no
tiene con qué pagar?

- Menos mal el decreto permite que si un paciente no tiene plata, puede pagarle
a la clínica en especie: plasma, un órgano... o servir de material didático pa
los estudiantes de medecina.

- ¿Y entonces qué quedó cubriendo el bendito POS?

- Uñeros, ronchas, orzuelos, verrugas, fuegos, vientos encajaos, hipos, nacidos
recién nacidos y enconos que no superen el tamaño de una moneda de cincuenta
pesos... Ah, y virus nacionales.

- ¿Y los embarazos?
- Los consideran pre-esistencia... Pero tiene otra cosa buena el tal decreto:
un convenio con el supermercado Ésito... Entonces por ejemplo vos llegás a
urgencias con una herida y te cogen 15 puntos, esos puntos los pagás con tus
puntos Ésito.

- ¿Y el Gobierno cómo sabe si uno tiene capacidá de pago?

- Muy sencillo: en el quirónfano, aparte del cirujano y el anastesista, habrá
un delegado de la DIAN y otro de pensiones y cesantías... Pero si tu capacidá
de pago es lamentable entonces llaman un cura.

- Ah, bueno, por lo menos los santos óleos sí los cubre el POS.

- Depende... Si pertenecés al Sisbén no te ponen óleos sino vinilos. Y si te
morís, la anchura del túnel de la muerte también depende de si sos del régimen
contributivo o susidiao.

- ¿Y qué pasa si uno se les muere sin pagar?

- Las EPS van a tener espiritistas en sus departamentos de Cartera, de modo que
te invocarán con güija pa renegociar la deuda y si no, te pasan a cobro
jurídico y te embargan las cenizas.

- Qué ironía:
 
el Gobierno nos quita la salú y más sin embargo se opone a la
eutanasia.

- Lo más preocupante de esta reforma es que los médicos que receten cosas
distintas a acetaminofén los van a sancionar: los trasladan pa Venezuela.
 


lunes, 16 de septiembre de 2013


 
Por: Fernano Quiroz
 
 
¿Seguro que no le queda tiempo?
 

 
Si a usted le parece que leer es aburrido, no lea. Tiene todo el derecho a no hacerlo. Pero, por favor, cuando le pregunten cuál fue el último libro que leyó, cuánto tiempo le dedica a la lectura o quién es su autor predilecto, responda con sinceridad. La nueva constitución no contempla  ningún tipo de castigo para aquellos que se pasan su vida sin tomar un libro en sus manos.
Conteste sin temor: “No leo porque me resulta aburrido. Prefiero ver televisión, jugar cartas, ir a cine o escuchar música”.

Ahora bien, si ese tipo de pregunta lo incomodan, lo hacen sentir mal, y usted recurre a las disculpas –luego de ponerse rojo-, piense si esto se debe a  que en realdad, muy en el fondo, a usted le gustaría leer, le parece “importante” leer, pero aún no ha adquirido el hábito.
Eso tiene remedio, aunque usted está partiendo de un error. Más que importante, leer es “interesante”. Tan interesante como ver televisión (y con muchos canales para escoger).

Pero si insiste en mentir, he aquí una disculpa que a pesar de lo trillada se puede ajustar a su caso, cualquiera que este sea. Sencillamente diga: “Me gustaría leer, pero o me queda tiempo”.
Con seguridad le queda tiempo para leer, sin necesidad de que abandone sus aficiones predilectas. ¿O alguien dijo, acaso, que si uno decide leer tiene que vender el televisor, quemar el naipe, no volver a cine o desconectar el aparato de sonido?

Tampoco es cierto (aunque eso dijeran ciertos maestros del colegio) que hay que leer al menos dos horas al día, y preferiblemente en el escritorio.
Falso: si sólo tiene 10 minutos al día para leer, vale. Y si prefiere leer en la tina, no se levante de ahí.  Sobre todo si le gusta leer enjabonado.
Ahora bien, ¿qué tal un repaso de su agenda? ¿Quedará aún un espacio por conquistar? Además de repasar 10 veces el menú, y revisar de arriba abajo a la gente que entra, ¿qué hace en aquel restaurante mientras le sirven el almuerzo? Buena opción para descubrir qué pasó con el protagonista de la novela que lo tiene tan entretenido.

Y en las noches, cuando termina su programa favorito en la televisión, ¿Qué hace mientras el sueño lo domina? No se pierda el desenlace de esa historia que lo cautiva.
¿Dijo usted que el problema era de tiempo? Con seguridad luego de repasar mentalmente la agenda, ya ni usted mismo se cree el cuento.
Sólo resta hacer una advertencia: la lectura puede generar adicción. Pero no hay ningún tipo de contraindicaciones.


Tomado de: Riveros, Jaime; Tovar, Álvaro; Hernández, Myriam. Lengua viva. Bogotá, Colombia: Libros y Libres S.A, 1994. Págs. 146-147.
Video Tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=olgsLjssvlQ

miércoles, 11 de septiembre de 2013


 
 
El menú de los guerrilleros

Cuando el Chè Guevara fue capturado y ejecutado en Bolivia en octubre de 1967, se suscitó  un misterioso episodio con su diario de guerrillero. Las anotaciones hechas por Guevara entre el 7 de noviembre de 1966 y el 7 de octubre de 1967 desaparecieron de Bolivia y fueron publicadas luego en Cuba. Nadie supo cómo llegó a la Habana el diario del Chè, ni como salió de la paz una copia suya. La versión del manuscrito que conoce el mundo es auténtica. Pero no completa. Falta en ella unas pocas páginas, correspondientes a las anotaciones gastronómicas del jefe guerrillero.
 

Marzo 5
Nos comimos la última ración  de frijoles. A fin de que no parecieran tan desabridos como los anteriores, Miguel resolvió prepararlos con una receta de su invención. Tómense dos zapatos tiernitos, a los cuales se les agregará una media. Arrojados en una marmita con agua lluvia, se ponen a hervir con algunas hojas de helecho, para que agarren sabor. Para que agarren sabor las hojas. Como será preciso probar si la media se encuentra “al dente”, el jefe del grupo escogerá  a un vigía  que se haya quedado dormido o a un compañero que haya extraviado el fusil para castigarlo con tan ingrata tarea. Una vez la víctima pruebe la media y determine que ya tiene la consistencia deseada, los zapatos serán devueltos a su legítimo dueño, la media será izada durante toda la noche para espantar animales salvajes y el caldo resultante se servirá antes de los frijoles. Estos quedarán primorosamente presentados en las hojas de helecho.
Marzo 31
Por la noche hable con Loro y Aniceto. La conversación fue muy mala; Loro llegó a decir que estábamos descompuestos. Aniceto se solidarizó a medias con él, pero luego le confesó a Coco que habían sido cómplices en un robo de latas.
Con la desaparición de las latas, hurtadas por Loro gracias al silencio de Coco, solamente nos quedan unas libras de arroz por toda provisión. Para solucionar los dos problemas, mañana almorzaremos arroz con Loro y el domingo comeremos arroz con Coco.
Mayo 10
No queda comida aceptable para tres días; hoy el Ñato mató a un pajarito con la honda. Entramos a la era del pájaro.
Raúl se pidió prepararlo, y lo hizo con todo esmero.
Las alas fueron servidas al escabeche, con la ayuda de una lupa que aportó Aniceto. La pechuga fue freída en una moneda de veinte y sorteada entre los compañeros, por ser la presa más apetecida; la ganó Camba, pero se le fue por el hueco de una muela. En la imposibilidad de rescatarla, me vi obligado a extraerle la muela. La pechuga fue recuperada y sorteada de nuevo. Esta vez la ganó Roberto. Lorraine la apasionada, como solemos llamar a la guerrillera francesa, tuvo que contentarse con un muslo, y a mí me tocó la rabadilla. Dijo que la próxima vez se pedía el pajarito completo. No sé cómo vamos a seguirla alimentando.
Mayo 5
Desayunamos tarde. Como a las ocho de la noche. Gregorio había encontrado un gato extraviado y procedimos a sacrificarlo. El propio Gregorio preparó unos deliciosos medallones de gato, siguiendo una receta de su madre que recordaba a medias.
A fin de elaborar este exquisito menú se necesita disponer de ajo, cebolla, mantequilla, caldo de res, vino, media taza de leche, una cucharada de crema y otra de harina, panela quemada, perejil picado, una pequeña dosis de estragón  y una caja de hongos fritos. Para preparar la salsa se echan en un perol, a fuego lento, las dos cucharadas de mantequilla con panela quemada y se van añadiendo durante dos minutos el perejil y el estragón. Después el caldo y la harina, previamente desleída en la leche. Agregado el vino blanco, se revuelve todo y se deja hervir hasta que espese. Enseguida se vierte la crema.
Es conveniente tener la carne adobada desde la víspera. Se coloca a dorar en una paila, previamente aliñada con el ajo, la cebolla, sal y pimienta. Debe dorarse a fuego fuerte y en mantequilla durante doce minutos por cada lado. Después, a fuego lento, durante un cuarto de hora más. Cuando está lista la carne, se le agregan los hongos a la salsa y se deja hervir unos minutos; se baña con ella la carne, cortada en medallones, y se sirve.  
Como no teníamos ninguno de los elementos anteriores, y como además es peligroso hacer hogueras de noche, tuvimos que limitarnos al último paso: cortamos el gato en medallones y nos lo servimos crudo.
Junio 11
En vecindades a la casa de un campesino, Gregorio logró atrapar un perro. Llevábamos dos días sin comer y recibimos la llegada de nuestra primera cena en 48 horas con verdadero alborozo. Gregorio reclamó el derecho a cocinarlo él mismo,  y se lo concedimos. Anunció que prepararía medallones de perro, de acuerdo con la receta de su adorada madre.
Pocos instantes después notamos que había desaparecido Marcos. Se repitió  con el perro el procedimiento culinario del gato, aunque hay que decir que esta vez los medallones sabían a crinolina: debía tratarse de un perro faldero.
Junio 25
Escuchamos por radio que Marcos desertó y dio a conocer un comunicado. Declaró que ideológicamente apoyaba a la guerrilla, pero que no volvería a sumarse a ella hasta tanto no mejorara el menú. Continúa en la clandestinidad.
Julio 2
Fue un día negro. Después de haber almorzado con medallones de conejo crudo que preparó Gregorio mientras evocaba, llorando, a su madre, hicimos contacto con una patrulla de soldados: Gregorio se había quedado rezagado, gracias a que le suministramos en el café una pastilla para dormir, y los soldados consiguieron atraparlo. Los demás nos habíamos alejado de él varios kilómetros, pues nuestro propósito era deshacernos de Gregorio para no tener que comer nuevamente medallones. Por la noche, Gregorio logró volarse de manos de la tropa y apareció en el campamento con una lechuza bajo el brazo. Hombre ágil, la había agarrado en la copa de un árbol. Gregorio celebró su regreso preparando medallones de lechuza, mientras los demás evocábamos, llorando, a su madre.
Julio 13
Alguien delató a Gregorio y el ejército pudo echarle el guante de nuevo. Lo encontraron fuertemente amarrado a un árbol grande, cuya ubicación  resultaba muy fácil gracias a la columna de humo que emitía la hoguera de ramas verdes que el delator encendió cerca al árbol.
También ayudó un aviso de primera página que puso Marcos, en el cual indicaba con lujo de detalles el sitio donde encontrarían a Gregorio. Esa noche, cuando pedí al delator que se identificara, todos dimos un paso al frente.
Julio 19
Marcos se reincorporó a la guerrilla. Con gran alegría recibimos el retorno de este compañero; no teníamos absolutamente ninguna provisión, pero Lorraine divisó un quiche que colgaba de la rama de un árbol y lo bajó. Comimos quiche Lorraine.
Agosto 8
Anoche llegamos cerca a un pueblo. Luego de 24 horas sin comer, se nos hace la boca agua pensando en las provisiones que podremos comprar aquí. Me inquieta la presencia de soldados en las calles, pero encontré la fórmula para evitar problemas: Arregui, que es tan tonto que no despertará sospechas, llegará solo al pueblo con su mula y comprará los enlatados que pueda. Le entregue 50 mil pesos para los enlatados y quedamos de encontrarnos con él mañana, a varios kilómetros de aquí. No queremos que nos sorprenda una patrulla.
Agosto 9
Según lo planeado. Arregui apareció con su mula en el arroyo de Ñañahulcuatrañl. Anunció gozoso que había comprado los 50 mil pesos en enlatados. Cuando abrimos los costales nos dimos cuenta que había cumplido su misión al pie de la letra. Entre los enlatados que recuerdo, y que arrojamos al arroyo de Ñañahulcuatrañl para no dejar huellas, estaban “La familia Ingalls”, “Hawai 5-0”, “Perry Mason” y “La Isla de la Fantasía”.
Octubre 7
Se cumplieron once meses de nuestra inauguración guerrillera, sin complicaciones, bucólicamente. Caminamos durante toda la noche y al as dos paramos a descansar, pues era inútil seguir avanzando. A las 11 y 45 de la mañana escuchamos un boletín por la radio donde se informaba que Gregorio había logrado escapar de la guarnición donde lo tenían detenido. Dejó una carta a su madre señalando que se reincorporará  a la guerrilla.
A las 11 y 50 resolvimos entregarnos, por unanimidad.



Tomado de: Samper Pizano, Daniel. Piedad con este pobre huérfano. Primera edición. Bogotá, Colombia: P & J, 1984. Pág. 293-299. ISBN: 958-14-0018-4
Imagen tomada de: http://www.soho.com.co/testimonio/articulo/el-menu-selva/25399

martes, 3 de septiembre de 2013


 Por: Adela Micha




Monòlogo de una mujer moderna
 
 
 




Son las 6.00 a.m, el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared.

Estoy acabada.
Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. Si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de casa, meterme en el auto. Y tener que poner el cerebro a funcionar.

Me gustaría saber quién fue la bruja idiota e imbécil, la matriz de las feministas, que tuvo la grandiosa idea de reivindicar los derechos de la mujer, y por qué hizo eso con nosotras, que nacimos después de ella.

Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos.
La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina, sus esposos las cuidaban, amaban, las comprendían y lo mejor: ¡las mantenían!
Y después se puso mejor, teníamos servidumbre, llego el teléfono, las telenovelas, la píldora, la tarjeta de crédito, ahora ¡el internet! ¡Cuántas horas de paz!

Hasta que vino una maldita solterona marimacho y fea, a la que por lo visto no le gustaba el corpiño, ni dedicarse al hogar, vino a contaminar a varias otras rebeldes inconsecuentes con ideas raras sobre “vamos a conquistar nuestro espacio”: ¡Qué espacio ni qué diablos!, ¡Si ya teníamos la casa entera! Todo el entorno era nuestro... ¡El mundo a nuestros pies!

Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nosotras para comer, vestirse, manejar sus cuentas, y ahora... ¿Dónde diablos están?. No lo sabemos... Pues ni siquiera nos queda tiempo para ir al almorzar con ellos y nos la pasamos todo el día tan ocupadas que toca creerles y confiar en ellos.

Después de un largo día acabamos agotadas, exhaustas, ni hacer el amor queremos, nos duele la cabeza, argumentamos mil estupideces por cansancio... ¿Para qué tanto poder? . ¡Díganme! ¡Si ya ni complacer a nuestro marido podemos!.

Ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad, huyen de nosotras, como el diablo de la cruz, les damos miedo… ¡tanta independencia acabo por hacerlos huir!
Tenemos que ser ejecutiva, esposa, madre, hija, amiga, dirigir la oficina, hacer las tareas de los hijos, velar para que nuestra casa siempre esté impecable y la empleada no haga estragos, cocinarle de vez en cuando al marido para que no se aburra ( porque una de dos: o come en la calle o donde la mama, asistir a reuniones en el colegio de los niños, llevarlos al médico, a la natación, al karate, a la clase de baile, de violín, etc.

Para colmo tenemos que llegar a casa primero que nuestro esposo, para alcanzar a darnos un buen baño y nos encuentre fresca, divina, rozagante, echarnos toooodas las cremas (la humectante de la noche, la rejuvenecedora, la de las patas de gallina, la de los labios, la de las mejillas, la de las cejas, la del cuerpo, la de la celulitis, la antriestrías, la extra humectante para codos y rodillas, etc.)

Fuera de eso estar dispuestas a darle gusto en la cama porque si no sale a la calle a buscarse una mujerzuela barata, bruta y que desee ser mantenida.

Ese chistecito acabó llenándonos de deberes. Y lo peor de todo, ¡acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería crónica!.
Antiguamente los matrimonios duraban para siempre. Y ahora si te divorcias hasta hay que mantenerlos o compartir con ellos la mitad de lo que con tanto esfuerzo has conseguido.

¿Porqué, díganme porqué, liberación femenina?

Si la mujer, que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos…

Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro. Estaba muy claro, cada quien en su sitio desde Adán y Eva.

Liberación femenina... ¡esto no iba a terminar bien!.

No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, pero con las tetas y la cola duritas, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, hacerme mantenimiento en el quirófano, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, anti arrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, instalarme todo el día frente al PC trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, que además, ni son mis problemas.

Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor de la PC, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo).
¡Y mira que antes lo teníamos todo resuelto!

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, especializaciones y doctorados; ¿para qué? . ¿Para qué mires alrededor y te veas vieja, fea, sola, acabada, tu marido te dejó, tus hijos crecieron, se casaron? . ¿y qué?.
Nos volvimos “súper mujeres” . Pero en el fondo aún nos discriminan y tenemos más responsabilidades que antes y díganme aquí entre nosotras con el corazón en la mano.... ¿Somos más felices que nuestras madres y abuelas? . ¡Nodo, jamás! . ¡Que va, puro cuento!.

¡BASTA!

 
Quiero que alguien me abra la puerta para subirme al auto, que corra la silla cuando me voy a sentar, que me mande flores, que me lleve serenatas en la ventana, que me haga masajes en la tina y me trate como su porcelana... Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar... ¿para quééééé había que demostrárselo a ellos?.

¡Ay, dios mío! son las 6:30 am y tengo que levantarme... ¡que fría está mi solitaria y grandísima cama...!
Quiero que mi maridito llegue del trabajo, que se siente en el sofá, que disfrutemos de una cena juntos, que me haga el amor, que me haga sentir mujer... Porque descubrí que es mucho mejor servirle una cena casera que atragantarme con un sándwich y una coca-cola light mientras termino el trabajo que me traje a casa.

No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas...y abandonadas y lo peor aún estresadísimas!.
Estoy hablando muy seriamente...renuncio a mi puesto de mujer moderna. Quiero que me consientan, me traigan el desayuno a la cama, quiero hacer el amor con ganas, no quiero más celular, estrés, tránsito en horas pico, regaños del jefe, reclamos de mis hijos porque no les prestó la atención que necesitan (¡ya no doy más! ¡Hago lo que puedo!)..... ¡Quiero una vida tranquila sin llevar a cuestas las consecuencias de la globalización y la liberación femenina!

¿Alguien más se suma...?
Reenvíalo a todas las mujeres bellas y femeninas que conoces y a los hombres que creen que no necesitamos de ellos porque somos muy independientes a ver si les cae la venda de los ojos y nos miman y apapachan aunque sea con una llamada por teléfono para decirnos que nos necesitan. ¡y que nos aman!. QUE NOS DESEEN..... ¿Si?

 
Atte. Una mujer del siglo XXI
 
Vamos para adelante
 



Video tomado de: http://www.youtube.com/watch?v=2RsuFQzl5q0
 

sábado, 24 de agosto de 2013


 
 

Armi, Gef, Totto: Made in China

 
 
 
Hace unos meses, fui con mi hija a comprar una cartuchera para los lápices y bolígrafos de su colegio. Sin dudarlo mucho escogí un almacén de Totto, marca que me gusta por la calidad de sus productos y la evolución constante que han mantenido en el diseño de sus prendas y objetos. Involuntariamente, al revisar el interior de la pequeña bolsa escolar descubrí un letrero que me dejó perplejo: Hecho en China.
Tuve que hacer de tripas corazón para tratar de explicarle a la niña el motivo de mi desilusión. Empecé por contarle que durante muchos años he seguido y adquirido cosas de esa marca y que he visto con gran satisfacción sus tiendas en otros países. También le conté que hasta ese momento yo creía que todo lo que ellos vendían se fabricaba en nuestro país, generando empleo y bienestar para muchos trabajadores colombianos, sin llegar a imaginar que en realidad provenía de unas fábricas ubicadas en aquel inmenso y lejano país, donde los empleados trabajan por una miseria y donde muchos de ellos son tratados casi como esclavos.
 
Esta historia se me había refundido en los recuerdos hasta la Navidad pasada cuando, en compañía de mis hermanos, abrimos los regalos y redescubrí que todas las prendas nacionales (la mayoría de marca Armi) que nos regalábamos mutuamente, casi sin excepción, venían de China, Vietnam y otros países cercanos. Al ver su cara de sorpresa les conté lo de Totto; ellos, de la incredulidad pasaron a la decepción. En medio de la celebración, el tema quedó convertido en anécdota; sin embargo la historia se repitió esta semana cuando fui a una tienda de Gef y Punto Blanco a comprar una camiseta. Mientras hacía fila para pagarla vi una camisa que me gustó y al revisar la etiqueta apareció nuevamente el inefable letrerito: Hecho en China. No lo podía creer. ¿Gef también?
 

Yo sabía que muchas marcas prestigiosas de países desarrollados, en especial de Estados Unidos, para ahorrar costos en mano de obra y materiales, elaboran sus productos fuera de sus fronteras, donde la legislación laboral es más laxa y los salarios paupérrimos (incluso en Colombia). Lo que ignoraba es que varias de nuestras empresas emblemáticas traen su mercancía de países asiáticos.
 
De hecho, según Carlos Eduardo Botero, director de Inexmoda, “la importación de producto terminado proveniente de China se ha cuadruplicado desde 2008”. No hay que ser Adam Smith para deducir que esta situación tiene que repercutir necesariamente en la situación laboral y el desarrollo de nuestra industria textil, en la cual, según el propio Botero, se han perdido unos 50 mil empleos en los últimos cuatro años.
 
Sé que la crisis internacional, la revaluación del peso y las dificultades con Venezuela han afectado negativamente nuestra economía, pero también me pregunto: ¿para qué sirvió en este caso la pregonada confianza inversionista, uno de los huevitos de batalla del ex presidente Álvaro Uribe?